
Levantando a un ‘Misionero Médico’
A Dr. Audrey Fernandes le encantaba visitar al dentista cuando era niña. También, extrañamente, ella recuerda amar el olor de la oficina dental. Ella sabía sencillamente desde temprana edad que creciera a sería una dentista.
Por casi cuatro años, Dr. Fernandes ha seguido persiguiendo este llamado en los Centros de Salud del Buen Samaritano de Gwinnett (Buen Samaritano de Gwinnett), donde ella sirve pacientes quienes no tienen aseguranza dental y no pueden acceder a un cuidado dental de lo contrario.
Aunque ella ha encontrado satisfacción en su papel como una dentista, ella a veces luchaba con el sentimiento que estaba en la profesión equivocada. Sin embargo, ella ha aprendido que poniendo a Dios primero le ayuda a vencer sus ansiedades y continuar persiguiendo el llamado de Dios en su vida.
El Consuelo en la Palabra de Dios
Dos versículos de la Biblia: Colosenes 3:23 y Mateo 6:33. Colosenes 3:23 (NVI) da una orden a las personas quienes trabajan debajo de alguien, diciendo, “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo”, …
Antes de venir al Buen Samaritano de Gwinnett, Dr. Fernandes empezó su carrera en una clínica privada dental y luchaba por mantener el ritmo rápido. Después, ella empezó a aplicar el Colosenses 3:23 a su trabajo y se motivó a hacer su mejor trabajo para Dios. Ella puede disfrutar su trabajo a pesar de las frustraciones esporádicas que vienen con cada profesión.
“En el momento en que pones a Dios primero en todo, notas que todas las cosas que querías serán añadidas”, dijo Dr. Fernandes.
Estaba citando una parte de Mateo 6:33 (NVI), la cual dice, “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”. Las “cosas añadidas” en este versículo se refieren a las necesidades básicas como vestido, alimento y bebida (Mateo 6:31-32). Jesús dice que no se preocupen de estas cosas, pero que pongan Su reino primero.
“[Trabajando por Dios] lo hace más fácil”, dijo Dr. Fernandes. “Le quita la carga.”
Presenciando Transformaciones
Dr. Fernandes dijo que ella no ha sacado estas realizaciones por sí misma, pero algunas partes fueron a través de la ayuda y el amino de otros personajes del Buen Samaritano de Gwinnett.
“Dios se encontrará consigo en cualquier lugar, pero simplemente sé que estando aquí me ha ayudado a crecer en mi fe”, ella explicó.
“Todavía le pido al Espíritu Santo, ‘Hola, ¿que podría hacer?’ Porque Él sabe toda la verdad … Todavía hago eso porque Él es su amigo; esta consigo”, ella agregó. “Yo simplemente sé que estando aquí me permite hacer eso más libremente.”
Mientras sirve a pacientes dentales, a veces les pregunta si necesitan oración. Ve que los pacientes están luchando con sus propias ansiedades, la cuales se centran en su salud dental. Algunos dicen que están avergonzados de sus dientes, y que sus bocas son feas.
“Es mucho para ellos venir”, explicó Dr. Fernandes. “Cuando uno va al dentista, para la mayoridad de personas, es una experiencia traumática. No me lo tomo a la ligera.”
Dr. Fernandes calma los pacientes ansiosos y los anima, diciendo, “Estás aquí. Este es el primer paso. Eso es genial. Así, ahora — ahora que estas aquí — ahora que sabes, okey, avancemos; no miremos hacia atrás”.
Reafirmando su Llamado
Durante la pandemia de COVID-19, el Buen Samaritano de Gwinnett tuvo que cerrar su clínica ubicada en Commericial Court temporalmente, donde trabajaba Dr. Fernandes. Empleados de esa clínica empezaron a trabajar en el Centro de Salud Buen Samaritano del Oeste de Gwinnett (ubicado en Buford Highway) durante este tiempo.
Dr. Fernandes recordó cuidando por un paciente del Buen Samaritano de Oeste quien recientemente había luchado con un problema de salud grave. Los doctores creyeron que él se volvería discapacitado físicamente por toda su vida, pero eso no pasó.
“Eso fue lo que su mama nos estaba explicando ahí”, Dr. Fernández recordó.
El paciente puede caminar y hablar normalmente. Esta historia toco a Dr. Fernades porque era un recordatorio que Dios está por encima de todo — doctores, enfermeras e incluso proveedores del Buen Samaritano de Gwinnett, como ella.
Antes de la pandemia, ella luchaba otra vez con su llamado, pero después de oración y ayuno, recordó como Dios puso la odontología en su corazón desde temprana edad. Otra vez esta animada y reafirmada en su posición. No era solamente una dentista; era una de muchos “misionarios médicos” del Buen Samaritano de Gwinnett.
En el noviembre de este año, Dr. Fernandes y su esposo estarán mudándose a Boston, Massachusetts, pero ella espera encontrar otro lugar como el Buen Samaritano de Gwinnett en donde pueda usar sus talentos para el reino de Dios.
“Puedo decir firmemente que esto es lo que Él desea que yo haga”, dijo.